INDICE
Capitulo 1… Dios mío.¿Que estoy haciendo en esta tierra?.
Capítulo 2…El Rescate.
Capítulo 3… Mexico.
Capítulo 4…Una vida aventurera.
Capítulo 5…Las Mujeres Gigantes de Juchitán.
Capítulo 6…La Fiesta, Ojos de Cielo y Ojos de Fuego.
Capítulo 7…El Maharah.
Capítulo 8….Zipolite.
Capítulo 9…El Nómade.
Capítulo 10…Guatemala.
Capítulo 11…La Guardiana del camino Blanco.
Capítulo 12….Londres. Kuwait .India.
Capítulo 13…Trivanandum.
Capítulo 14…La Procesión de Elefantes.
Capítulo 15…La quema de los demonios.
Capítulo 16…Holi la Fiesta de los Colores.
Capítulo 18… Jodhpur , la mítica Ciudad Azul de Rahahstan.
Capítulo 19…La trampa de los Assuras.
Capítulo 20…El Rescate de los Valientes.
Capítulo 21…Jaisalmer. La Ciudad dorada.
Capítulo 22…Los secretos del Templo.
Capítulo 23…El desierto de Thar-
Capítulo 24…El día señalado.
Capítulo 25…El Campamento de los Valientes del CaminoNaranja.
Capítulo 26 – La Cena Comunitaria.
Capitulo 27 – El vuelo por el desierto.
Capítulo 28 – El Gran Entrenamiento den el Camino Naranja
Capítulo 29 – Los Gitanos del Desierto.
Capítulo 30 – La Caravana .
Capítulo 31- Arthur. Y el Abismo de Amor en el desierto.
Capítulo 32 – El Entrenamiento de un Valiente en las cárceles del Maharah
Capítulo 34 – Los Valientes del Camino Blanco.
Capítulo 35- La Revelación .
Los Apuntes del Entrenamiento
CAPITULO 1 – DIOS MÍO ¿QUE ESTOY HACIENDO EN ESTA TIERRA?
Querría gritar, aullar, romper en pedazos todo ese escenario tan blanco, tan impecable y tan minimalista- . ¿Porque vivimos esta vida tan árida y nadie se rebela?. – me pregunté conteniendo las lágrimas y sorbiendo lentamente un café en “Sex& Sex”, el mas fashion de los puntos de encuentro de mi ciudad. Un agujero se estaba abriendo en mi pecho, justo a la altura del corazón-. Algo anda muy mal en mi mundo y en el mundo. ¿Cómo seguir adelante?-“Las Claves Atlantes de la cuarta dimensión”, el último libro que acababa de comprar, permanecía cerrado sobre la mesa y ya no me hacía feliz. .-¿Que estoy haciendo en esta tierra?. -Mi vida se esta derrumbando. El mundo es un caos,todos están asustados y yo también, pero nadie reacciona. Estoy sola, como todos, y mi corazón se está volviendo de piedra. Como el de todos -. me dijeron los ojos nublados de tristeza, tan nublados como el cielo de Buenos Aires.El Blakberry estaba sonando, ¿para que contestar?. Los rayos anunciabanLluvias. Tormentas. Estallidos .Quiebres irreversibles- .
-Soy Morgana Swiatlosky, padre ateo y madre judía, ambos,psicoanalistas lacanianos. Soltera, 35 años, Arquitecta.El mundo se está cayendo a pedazos, pero yo todavía vivo en Buenos Aires en un hermoso loft redondo, un Silo de trigo de una la ex fabrica ahora super fashion. Tengo piscina, gimnasio, room service, cine privado. Debería estar agradecida. No debería estar llorando. Soy independiente. Eficiente. Responsable. En la mas grande crisis de todos los tiempos, trabajo en mi propio estudio de arquitectura tan blanco, tan árido y tan minimalista como este Café en el que no hay ni una planta. No quedan bien, dice Robert mi querido socio gay, nada de naturaleza, rompe la onda despojada. En el estudio vivimos a los zarpazos, como corresponde a los tiempos que corren. ¿Hay otra alternativa?. Voy al gimnasio 5veces por semana, mi dieta es Super Light y aburrida, y estoy delgada, como corresponde…¿Hay otra alternativa? Si, hago un seminario de espiritualidad trasotro. Pero nunca practico nada de lo que aprendo. Mi estudio está frente al rio, tengo una vista extraordinaria, abajo, cafés extraordinarios, restaurantes extraordinarios 5 estrellas, llenos de gente extraordinaria, pero yo duermosiempre sola. Cumplo con todas las condiciones para sobrevivir en este mundo deacuerdo a las pautas establecidas, pero mi angustia crece, y crece. Mido un metro setenta, soy joven, rubia, delgada. Alegre. Interesante, según la opinión de todos. Estoy en condiciones óptimas para conocer al amor de mi vida, pero nunca lo conozco. Tengo todo a favor, pero ando por todos lados con un cuchillo clavado en mi pecho-. Mis sollozos arreciaron. Los mozos iban y venían, venían e iban, trayendo cafés, mas cafés, mas cafés y tes de hierbas de la India, deTailandia y de las Islas Maldivias-. Todos aparentaban estar tan cómodos en“Sex& Sex”, mi café. Todos, menos yo. Aunque Sex &Sex fuera mi segunda casa. Una casa fría como las cumbres del Himalaya, impersonal, anónima, árida.-¿Cómo sacarme de encima esta desazón que me carcome el alma? -me pregunté acongojada mirando alrededor. El agujero en el pecho se estaba volviendo mas y mas profundo. El mundo entero cayó sobre mí -.¿Que me pasa?-Dios mío, Dios mío,ayúdame. Estoy perdida-.Apoyé los codos en la mesa, puse mi cabeza entre mis manos y estallé en sollozos.
-¡Basta Morgana!-, susurró alguien cerca mío. – Basta de llorar – ordenó-.¿Bebiste del Pozo de la Amargura? Estas atrapada en el mundo viejo. ¡Despierta!
Me enjugué las lágrimas con el borde de la manga y abrí los ojos para ver de donde provenía la voz.
-.¡Basta de vivir sufriendo Morgana! – dijo enojada-.¿Dónde está tu proverbial sentido del humor?. ¿Asi que eres espiritual?. ¿Entonces porqué vives una vida tan triste y egoísta?.
Era apenas una niña de 5 o 6 años. Sucia y desaliñada.Acurrucada en un rincón de la mesa me miraba fijo con el ceño fruncido. ¡Nopodía ser!. La miré otra vez, era igual a mí cuando era pequeña. Noté que a pesar de su aspecto desamparado, sus grandes ojos celestes irradiaban chispas de alegría. Me guiñó un ojo-.Tenemos que hablar. Todas- dijo señalándolas.
Me quedé sin aliento. Había tres personas mas sentadas en mimesa. Esto era insólito.. ¿Quiénes eran estas desconocidas? Nadie las había invitado.Me quedé inmóvil, ellas también. Las miré, me miraron. Estaba rodeada por una réplica de mi misma, multiplicada cuatro veces. Éramos idénticas, pero al mismo tiempo, muy diferentes. Me restregué los ojos, seguían allí.
– Si, tenemos que hablar- dijo muy seria. Se me heló la sangre, era igual a mí. No había dudas, era yo misma, una otra Morgana-.Nuestra vida es una opereta. Todo es una mentira-.acotó encogiéndose de hombros.
–¿Quien eres tú?- pregunté temblando.
-Morgana. La Arquitecta-.¿Y tu?
Tragué saliva.
Con su cuadernito de apuntes en la mano, otra Morgana me miraba con expresión soñadora y ausente-. Soy la Buscadora Espiritual- aclaró-. Todo es posible y nada es lo que parece. No me sorprende verme multiplicadacuatro veces, después de todo, la vida es un misterio y todo es para bien.¿No creen?-dijo mirando en redondo.
Se me erizó la piel, justo enfrente mío, otra Morgana me miraba fijo. La reconocí enseguida. ¡Tantas veces la había visto en el espejo!Me atravesó el alma con una mirada abismal, infinitamente triste, desamparada.No había dudas, no tenía que presentarse, era yo, la Soltera Enamoradiza. Se me estrujó el corazón. Ella desvió su vista para observar ansiosamente a todos losque entraban en el café.
-Amigas, no nos preguntemos que está sucediendo- se adelantóla Arquitecta tomando el control de la situación-. No quiero saber lo que estápasando y además me da mucho miedo. Neguemos toda evidencia de que podríamosestar locas, locas de remate, y hagamos como que todo es normal.
Todas asentimos petrificadas.
-Y antes de que desaparezcan, en caso de que sean solo unavisión quiero dejar en claro mi posición: Estoy por colapsar. Sépanlo. ¡Noaguanto más!- lanzó la Arquitecta .- La crisis mundial es una realidad, nosabemos cuándo va a terminar, ni que vendrá después. ¿Y mientras tanto comovivimos todos los días? ¡Manteniéndonos a flote, defendiéndonos, tapando elmiedo!. Y Dios me perdone, es lindo ser arquitecta, pero me hartaron lasseñoras fastidiadas, al borde de la histeria, con las que tengo que elegiramorosamente las cerámicas de sus espectaculares baños, tema trascendental comohay pocos en medio de esta crisis mundial. Todo el sistema se está derrumbandoy ellas ni se enteraron- se quejó amargamente-
Todas meneamos la cabeza, sabíamos de que estaba hablando.
-¿Porque ellas no sienten de que algo anda muy mal en el mundo?-¿Porque son tan egoístas?¿Porque el color de las cerámicas de sus baños pasa aser un tema tan vital y yo tengo que ser cómplice de esta aberración dedicandohoras preciosas de mi vida para elegirlos con ellas? ¿Beige o café? Rojosatrevidos o negros dramáticos? ¿Eso es todo?¿Eh?
-No no es todo, los hay también verdes pastorales y azulescelestiales –acotó la Buscadora con sorna.
-Me llaman a mi celular desde el Spa, me mandan un mensajede texto tras otro con ataques de pánico. -Arquitecta, tomé la decisión, mearriesgo a que el baño de arriba sea rojo atrevido-. Tengo miedo deequivocarme, ¿a usted que le parece?¡Contésteme por favor!-. Me parece bien,todo me parece bien, tomaremos ese riesgo señora.
Y también me llama Roberto porque nos plantaron loscarpinteros. Y la empleada avisándome que no puede venir a limpiar el loft, ymis amigas contándome sus últimas desilusiones amorosas. Y cuando abro dediario digital, tiemblo de miedo. Europa se esta derrumbando, Latinoaméricatiembla, las fronteras se están cerrando, el mundo tal cual lo conocimos estácolapsando. Y yo sigo enredada en una sarta de tonterías sin sentido todo eldía. Entonces me derrumbo con el mundo, y tengo miedo, mucho miedo, y me sientosola, y busco a los ángeles pero no los veo, ni los escucho, ni los siento. Yentonces desconec to el Black Berry y me quedo en mi hermoso Loft, oculta bajolas sábanas, con Copérnico, mi amado gato Copérnico quien me mira fijo, muyfijo como sabiendo algo. Entonces en ese punto llamo a la terapeuta, y ellallama a su supervisora. Y ambas me derivan al psiquiatra que me recetaantidepresivos y antimpulsivos para tapar mi angustia y para que no me desquitecomiendo kilos de helados acompañados con vino tinto. Y despúes no como por unasemana. Ya lo hice muchas veces.
– Lo sabemos- le dije colorada-.Y los pedidos delivery nobajan de 1kg. Y Copérnico debe saber algo que nosotras no sabemos.
-Estoy avergonzada de mi misma- dijo atravesándonos con unamirada desagarradora. ¿Que clase de vida es esta?.
– Pero amas la arquitectura, te encanta hacer los proyectos,eres muy buena diseñando, tienes talento-.dije tratando de consolarla-.Vamos,no todo está tan mal en nuestro mundo.
– Si, es cierto, pero ¿Qué clase de arquitecta soy enrealidad?. Jamás voy a las obras, allí me siento perdida. Los obreros no mehacen caso y se ríen de ser dirigidos por una mujer. Y hacen pis delante de mí.Por eso va Roberto, nuestro amoroso socio Gay-.dijo riéndose. – A el, leencantan las obras, están llenas de hombres. Y también van a las obras nuestrosempleados, ese equipo de colaboradores fantásticos que nos acompaña- .acotó consorna.
– Que buena onda- dijo la Buscadora espiritual.-En elEstudio somos casi una Comunidad.
– Si, si, una “Comunidad”- siguió la Arquitecta de pronto rojae indignada- Si, una hermosa “Comunidad” regida por el terror, lo reitero,nuestra vida es una gran mentira bañada de sonrisas tan dulces como falsas.Ellos son leales, rectos y eficientes. Tienen que serlo, si no estaríandespedidos al instante.¿Verdad?. ¿Y nosotros? . Ah, nosotros somos bien perrosy los tenemos siempre bajo control, asustados. Al borde del colapso. Al fin yal cabo ahora que el mundo se está cayendo a pedazos, todos tendremos queaceptar las antiquisimas reglas del juego: ¡sálvese quien pueda!.¿Verdad?¿Quedicen amigas?¿Está bien lo que hacemos en nuestra “Comunidad”?¿Eh? ¿así quesomos espirituales? ¡Contesten!.
La Buscadora Espiritual miró hacia otro lado visiblementeperturbada. La Soltera fijo su mirada en un señor que acababa de entrar. Yo mequedé petrificada.
– ¿Como hacemos para que no nos carcoma la conciencia enesta hermosa “Comunidad”?.¿Quieren que se los recuerde?- gritó la Arquitectaroja como un tomate y totalmente fuera de sí- ¡Nos disociamos! Nos evadimos,ponemos las cosas en distintos casilleros, lo espiritual en unos, lo materialen otros y el corazón en ninguna parte. Y asi llegamos a este estado deangustia imparable-.Golpeó el puño contra la mesa-. ¿Nadie tiene nada quedecir?. Esta es una vida violenta.
La pequeña Morgana dijo en un susurro- …Es cierto.
Es muy alto el costo que tenemos que pagar por vivir así.
– No lo paguemos mas- sugerí tímidamente.
– Aunque no sea muy espiritual lo que les voy a decir ahora,soy mas feliz cuando estoy en Guatemala, en la playa, en una simple cabañanafrente al mar, con un amante ocasional-. Alla no me entero de que las lasacciones de la bolsa se están desplomando y además no las necesito, gasto 20dolares por dia- dijo la Arquitecta-.
Y lo mejor de todo es que allá no me hace falta chatear conseñores aterrados de encontrarse conmigo. Están allí, liberados, al menos porun tiempo.
-Muy cierto- acotó la Soltera- y “Aterrados” es la palabraexacta.
-El único que me da amor de verdad es Copérnico. El esauténtico y percibe que tengo clavado un cuchillo en el pecho, porque es gato-.gritó la Arquitecta otra vez alterada. Roja, enojada-.No sirve vivir así. ¿Perocual es la alternativa? ¿Hacerme Hare Krishna?¿Monja? ¿Prostituta?
– Cálmate- dijo la Soltera mirando para todos lados- nosestás haciendo quedar mal. Así no lograremos conocer a nadie interesante.
-¡Cállate de una vez!- le gritó ofuscada. –No encontraremosa nadie que valga la pena si seguimos viviendo disociadas. Hay que hacer algo.
– Quería recordarte que el amor no se busca, se cruza ennuestro camino, lo dicen todos los seminarios- acotó la Buscadora mirando a laSoltera con aires celestiales.
– A mi solo se me cruzan los desahuciados, los interesados,los perdidos y los bloqueados. Y uno que otro Gay no asumido-dijo laArquitecta.
– Ya llegará nuestra Alma Gemela. No claudiques-. dijo laBuscadora sonriendo compasivamente-.Todo está bien pero te recuerdo que hay quepagar los seminarios, y los buenos son muy caros- .dijo extrañamente realista.
-Estoy atrapada. No las aguanto mas- acotó laArquitecta-.Renuncio.
Estábamos petrificadas de terror. Nuestra supervivenciaeconómica se estaba desmoronando.
-Yo te entiendo, cuesta enfrentar la vida concreta en estemundo en crisis, y la realidad es muy diferente a todo lo que aprendemos. Yo séque nuestra vida debería ser luminosa.Y no lo es- dijo la Buscadoradiplomática.¿Que hacemos?.
– Me averguenzas-. acotó la Arquitecta enojada-. “Deberíaser luminosa”. La vida no es un seminario, es otra cosa. ¿Todavía no te distecuenta?-
La Buscadora la miró azorada.
No pude contener la risa, Esta reunión conmigo misma, ademasde increíble, era tragicómica.
-Es cierto, pero para saber mas, no hay otra salida queseguir estudiando. ¿No creen?.
La miramos con sorna.
-Eres una bola de contradicciones- le dije enojada-. ¿En tusmanos ponemos nuestra evolución?. Tú no puedes guiarnos a ninguna parte.Tenemos que recapitular nuestra. Espiritualidad. Así no podemos seguir.
Estallo en sollozos.
-No quiero hablar mas con ustedes- dijo la Buscadorasacudida por el llanto- pararé ahora mismo este díalogo interno, no meconviene, y no se si es tan espiritual. Cierro los ojos, respiro profundo y voya meditar un rato. Shanti. Ommmmmmmm. Paz. Paz. Paz-. Se quedó inmóvil, como depiedra. Ya no estaba alli, se había escapado al mundo astral.
Nos quedamos de una pieza.
De pronto, la Soltera Enamoradiza se puso de pie. -¡Basta! .Lo único que necesitamos es amor. Ahhh, amar apasionadamente, indomablemente.Yo quiero vivir un amor romántico, pasional, arriesgado. Quiero saber como esrendirse a un sentimiento, y no solo verlo en películas. Vivir sin un amor asíes muy aburrido, es como vivir sin aire para respirar. No podemos seguir así-dijo la Soltera con los ojos llenos de lágrimas- tengo un agujero en el pechoque cada vez es mas hondo, estoy triste. Hagamos algo -.imploró estallando ensollozos.- ¡Mírenme bien!, aunque trate de disimularlo soy una patética SolteraEnamoradiza, una linda mendiga de amor. No nos engañemos, la verdad es unasola: cuando abrimos la puerta de nuestro elegante Loft, estamos solas, siempresolas, no compartimos nada con nadie. Nadie nos escucha y no escuchamos anadie. No participamos en la felicidad de nadie.¿No sería mas interesantedormimos envueltas en un abrazo masculino que nos transporte al Cielo?. ¿Ydespertarnos sintiendo el aliento del otro en nuestro rostro?. ¿Se puede vivirasí sin besos, sin abrazos, sin sexo?¿Porque no nos rebelamos de verdad? ¿Paraque estamos en esta Tierra si vivimos sin amor? El amor es lo mas sagrado deesta existencia.
– Es cierto- dijimos todas a coro-.
-Dios mío,¿Qué podemos hacer para cambiar?- pregunté mirandoen redondo.
Se sintió un tenso silencio, podíamos cortar el aire con uncuchillo.
La Arquiteca carraspeó, la Buscadora se encogió de hombros.
– Yo se que tenemos que hacer- ,dijo en un susurro laNiña-.Recuperemos los colores de la vida. Volvamos a nuestra inocencia. Yojamás entregaré mi alegría a nada ni a nadie. Yo estoy siempre feliz, confío.¿Que les pasa a todas ustedes? ¿Se han vuelto locas?.
Nadie respondió.
-Por favor dinos cuál es la solución- rogó la Arquitectaesperanzada-..
– No hay felicidad posible sin escuchar al corazón. Tenemosque despertar de este sopor, hay un mundo maravilloso y lleno de aventurasesperándonos, lo sé. Tenemos que cambiar antes de que sea demasiado tarde -.dijo la Niña- ¡La vida es bella!.
La miramos conmovidas. Sus palabras apuntaban directo alcorazón .
-Mírenme bien, yo aparecí aquí para mostrales un espejo:este es el verdadero estado de todas nosotras, y de la mayoría de las personasen la actualidad. Somos pobres. El primer paso es asumirlo- dijo mostrando susharapos.
Nos miramos, miramos a nuestro alrededor.
– No es cierto- dijo la Arquitecta-, nosotras estamos bienvestidas y todos los del café también, no somos pobres. ¿Qué quieres decirnos?
– Todos aquí parecen estar muy satisfechos y ocupados- dijola Soltera-. Ninguno aparenta tener conflicto alguno. Y nadie esta harapiento,salvo tú Niña.
– Miren otra vez con los ojos del alma, todos los “felices”que están tomando café alrededor nuestro están sufriendo también, aunque lodisimulen- remató-.Nosotras, como todos los que están aquí, estamos andrajosas,vivimos una vida virtual. Somos pobres de Amor, o sea pobres de Luz.¿Entienden? Todos los que estamos aquí necesitamos una dosis urgente defraternidad, de vitalidad, de alegría. Miren, miren desde el alma.
Volvimos a observar alrededor, y no pudimos creer lo queestábamos viendo ahora, el cafe se había transformado en un lugar lleno depordioseros harapientos, todos contraídos, encorvados sobre sus laptops yencerrados en si mismos. Nos miramos.La Niña tenía razón, nosotras estábamostan andrajosas como ellos.
-Es hora de luchar, de levantarse -.dijo la Niñaimplacable-. Hace mucho que intento que me escuchen. Se puso de pie de unsalto. –. ¡Busquemos un Buen Amor!. ¡Persigamos algún sueño! ¡Temblemos depasión!¿Se acuerdan como era?. Arriesguemos el corazón. Ayudemos a los otros,demos más. Abramos las compuertas. .
Los pordioseros pararon de escribir y la miraron aterrados.Había tocado un punto prohibido. Prohibido. De eso no se hablaba. No, no, no,por Dios, de eso no se hablaba.
– Calma. Por favor siéntate- dijo la Arquitecta mirando paratodos lados-. Tienes razón pero no vamos a hacer un escándalo en este café alque venimos siempre.
– Asi a los gritos no conceremos a nadie- aseguró la SolteraEnamoradiza asaltada por sus eternos miedos.
-Pobre criatura- dijo la Buscadora Espiritual acariciando ala Niña que lloraba desconsoladamente- . Es cierto, nadie te hace caso, pero nohay que perder el control. Respira hondo.Respira hondo.
Se instaló un denso silencio.
– Por favor reaccionen..¡Estar vivos es una Gran Aventura!-La Niña se subió a la mesa de un salto, y otra vez empezó a gritar arengando atodos los del café. – ¡Hagamos algo entre todos!. La vida es bella. Por favordespierten. Por favor. No me dejen sola, tengo miedo de capitular.
Todas las Morganas, nos pusimos de pie y la abrazamosestallando en sollozos, esta vez incontenibles. Llorabamos por distintosmotivos, pero al menos, llorabamos todas juntas.
De pronto el torrente de nuestras lágrimas desbordó la mesay se derramó hacia el piso inundando rápidamente el cafe. Los mozos caminabanentre las mesas con el agua hasta la cintura, y parecían no notar nada extraño.Los “pordioseros” seguían tocando sus pantallas y tecleando sus mensajessentados en medio del agua salada de nuestras lágrimas sin inmutarse enabsoluto. Y nosotras seguíamos llorando y llorando, y nadie, nadie, se acercabaa preguntarnos que nos estaba pasando.
La inundacion del cafe, se complicó mas al estallar unaterrible tormenta con rayos y centellas alla afuera. El mundo se estabadesplomando, pero todos seguían conectados. Nadie parecía darse cuenta de loque estaba pasando.
Solo ese desconocido que entró de improviso, iluminando elcafé con una luz deslumbrante.
CAPÍTULO 2…EL RESCATE
Se abrió paso entre el agua salada, se sentó en una mesapegada a la mia y clavó sus extraños ojos en nosotras. Brillaban comodiamantes, me quedé sin aliento.
Sin dejar de mirarnos, en un rápido gesto, levantó su manohacia el cielo como llamando al mozo para pedir ser atendido, y de inmediatolas aguas saladas que ya me llegaban a la cintura desaparecieron. Y lasMorganas también.La tormenta huracanada se esfumó y salió el sol. Eldesconocido me sonrió de oreja a oreja. Me puse colorada como un tomate, micorazón quería salírseme del pecho. Trate de hacer las respiraciones que habíaaprendido en en Master de Chi Kun Japonés, pero no sirvieron de nada. Eldesconocido irradiaba una alegría contagiosa, y seguía sonriéndome sin decirpalabra desafiándome a avanzar en el juego. Tenía cabellos castaños, bastantelargos, una edad infefinida, y una mirada adolescente que ocultaba todareferencia a su edad.
Entonces, ante mi horror,mirándolo directamente a los ojosle dije con voz melodramática..-“ Te he estado esperando toda la vida”…
El desconocido sostuvo mi mirada, y sin dejar de sonreír medijo..- Que bien. ¡He llegado en el momento oportuno! La lluvia ha parado, laslágrimas se evaporaron. Pon Punto Final a esta opereta. Deja de hablar sola. Teayudaré a cortar amarras.
Lo miré embelesada.
-¡Comencemos con la primer tarea!. Basta de medias tintasMorgana, ¡Ahora vas a cambiar! De verdad. Nosotros te ayudaremos.
Me quedé hipnotizada. ¿Te ayudaremos? Esto era demasiadobueno para que realmente estuviera pasando. ¿Y como sabía mi nombre?
-Vamos a dejar atrás las tonterías mentales y también vamosa divertirnos. La espiritualidad verdadera es puro fuego-. Me dijosonriendo-.¿Quieres vivir las mas grande aventura de tu vida?
El desconocido irradiaba un poder irresistible.
-Si, claro que quiero-. Le dije conmovida-.Pero…¿Cómo salirde esta trampa en la que estoy metida?
Tomó mi mano con fuerza. – Cierra los ojos-. dijosuavemente. No tengas miedo.
Comencé a temblar. Una tremenda ola de energía me atravesóla columna vertebral y se extendió por todo mi cuerpo como una corrienteeléctrica de baja intensidad. Comencé a vibrar de la cabeza a los pies sinpoder articular palabra. Mis manos hormigueaban y también mis pies, por mis venascorría un río de fuego.
-Este es el Punto Final de una manera de vivir Morgana…- loescuché susurrar en mi oído desde muy lejos. Mareada, pero totalmenteconciente, escuche su voz amplificada, zumbando adentro, afuera y alrededormío.
– Ahimsa- musitó el desconocido-.La luz es siempre masfuerte que la sombra.
No podía articular palabra. Me sentía una gigante. Misfuerzas se habían multiplicado por mil.
– ¿Qué es lo que mas quieres en la vida?
– Amar, apasionadamente -. dije en un susurro.
– Decrétalo desde tus entrañas. Desde lo mas profundo de ti.¿Qué mas quieres?
– Quiero conocer mi misión espiritual. Quiero ser libre.Quiero volar.
– Bien. Te mostraré como es “Querer de verdad” Morgana- dijopasándome através de su mano una fuerza que me hacía temblar-.esto es “querer”,con locura, con pasión. Es un querer tan arrasador que derriba todos losobstáculos a su paso-¿Alguna vez quisite así?
– No- musité-. ¡Por favor enséñame!-
– Libérate de las medias tintas!, deja entrar mas Luz a tuvida, mas pasión, sé valiente, sé tu misma.
-¿Cómo…?- pregunté temblando como una hoja-.
– Aprende a elevarte por encima. Eso es todo-.La voz deldesconocido era telepática, sus palabras no eran palabras, eran olas deenergía, zumbidos cada vez mas amplificados que se me infiltraban adentrohaciéndome temblar.
-¿Por encima de que?
– De los miedos Morgana. Los Valientes te damos labienvenida.
– ¿»Los Valientes»? – balbucee hipnotizada. Sus“palabras” siguieron resonando adentro mío como un eco.
Sitael soltó mi mano y chasqueó los dedos.
Al abrir los ojos, aparecí de pronto, sentada con undesconocido, en una mesa de mi viejo Café, y con el libro sobre los Atlantescerrado adelante mío. Tenía un vago recuerdo de que alli había pasado algo muyextraño. Estaba mareada. ¿Cómo había llegado hasta allí ese personaje tanpintoresco y en qué momento se habría sentado en mi mesa?. Solo recordabavagamente una voz que todavía seguía resonando adentro de mí: “Aprende aelevarte por encima”…
– ¿Que significa todo esto?¿Quien eres?.
– Sitael M.- perdón, me presento- dijo seductor, estrechandomi mano como si allí no hubiera pasado nada. -¿Y tu como te llamas niñahermosa?
-Mor- mor…Morgana- conteste tratando de volver a mi aplomo ymirando con disimulo a mi alrededor. Recordé como en un sueño, que otrasMorganas habían estado sentadas allí frente mío, en esta misma mesa.
-Enchante- dijo en frances besando mi mano al viejo estiloeuropeo- -¿Otro café?- sonrió despreocupado –. Muy lindo tu refugio, ¿vienesmuy seguido aquí?
– Ss- sii.
-Ven, salgamos a caminar. Esta atardeciendo, amo esta horamisteriosa donde se abre una fisura entre dos mundos y los angeles puedencaminar desapercibidos entre los humanos. ¿Tu los has visto alguna vez?.
– Jamas vi uno, pero hice todos los seminarios que te puedasimaginar sobre ellos- dije todavía temblando-.Aunque no tengo ningún Master enAngelología.
-¿Master?. Los ángeles no entregan certificados de contactocon ellos, simplemente se presentan ante los humanos si los necesitan deverdad. Sitael sonrió divertido murmurando algo para sí, pagó los cafés, metomó del brazo y me llevó a la calle.
-Te haré una pregunta fundamental…¿Crees que es posible serfeliz?
-No, no sé. Estaba aquí en este café, justamentepreguntándome para que estoy en esta Tierra. Y peleándome conmigo misma.
– Asi que no eres feliz. Eso está muy mal. No tenemosderecho a no ser felices, es un pecado. Y muy grande. ¿Crees que es posiblealcanzar ese estado?.
-Se que es posible ser feliz- le conteste confundida- ,y deuna manera que no es la convencional…Lo se. Pero estoy perdida.
– Vamos Bien, es fundamental saber que uno esta perdido.Sería muy peligroso estar muy orientado en un mundo que está en medio de ungran Cambio vibratorio. ¿Lo sabes verdad?
– Si. He leído todo lo que te puedas imaginar acerca deesto. Pero sigo confundida. Hay demasiada velocidad, demasiada presión. Ya nosé como seguir este ritmo inhumano, todo es demasiado violento y yo ya no sequien soy.
– Muchas personas hoy, no solo tú, sienten que ya no puedenseguir así. Están a punto de colapsar, pero ya no saben como salir de estelaberinto mundial. Y lo que es peor, no saben adonde ir si salen de el. Hay quetomar acciones radicales Morgana. Es hora de un Punto Final en la manera en quehemos estado viviendo como humanidad hasta ahora.
-No sé si toda la humanidad, pero yo sé que estoy atrapadaen un callejon sin salida, por eso estaba llorando – dije compungida.
– Hay una salida, pero hay que ser muy valiente paraelegirla.Iremos paso por paso, primero te diré quien soy, o al menos quienintento ser.
Las nubes habían desaparecido y un rayo de sol naranjailumino el asfalto.Seguimos caminando bajo la lluvia mientras el me ibacontando por partes, su vida. Trotamundos, mago, guionista de cine, soltero, ynómade por profunda convicción. Mason Grado 33, e iniciado en varias órdenessecretas, entre ellas en la “Comunidad de Los Valientes”.
-¿Quiénes son Los Valientes?
-No te lo puedo decir todavía.
Nuestros pasos se habían acompasado a la perfección, y mepareció que nos conocíamos desde siempre. No sabía porqué, pero confiaba en elcompletamente y estaba segura de conocerlo desde tiempos inmemoriales.
De pronto Sitalel se paro en seco, y tomándome de loshombros clavó sus ojos negros en mi.- Contéstame esta pregunta con sinceridad:¿realmente te atreves a querer como te enseñé?
-Nunca olvidaré esa manera de desear. Te quema y asciendedesde las entrañas como un volcán.
-Entonces…¿quieres cambiar tu vida de verdad?
– Si quiero-
-Entonces comencemos por el principio Morgana. La evoluciónno tiene términos medios. Tienes que hacer cambios drásticos.
-¿Cuales?
Se quedó en silencio. La lluvia caía nuevamente sobrenosotros, sobre Buenos Aires, sobre los rostros ausentes y eternamentepreocupados de los transeúntes-.Morgana, es ahora o nunca. Los Valientesestamos contigo. Para lograr un cambio de vida total y absoluto, una mutación,hay que hacer un Exodo. Romper las cárceles en las que estamos presos,alborotar las situaciones rígidas y estancadas . Armar un gran revuelo.
¿Qué quieres decir?
-Hay dos formas. Una es hacer el éxodo solo desde adentro,saliendo de una visión de la vida. Otra es, además de cambiar de visión,moverse también físicamente del lugar donde uno está. Aunque sea por un tiempo.Por eso se hacen las peregrinaciones. No se trata de “viajar”, como turista. Esalgo diferente, es partir hacia algo nuevo. Sé que tú puedes hacerlo.¡Prepárate para partir!. Mañana nos vamos a México.
-¿Cómo dijiste?
Estábamos justo enfrente a la entrada de mi Loft, Sitael sepuso muy serio, y mirándome directamente a los ojos, me dijo: – Morgana, lapropuesta va en serio, pero tu decides. Esta noche puedes acobardarte. Dudar.Tu eliges. Por mi parte, nos encontramos mañana en el mostrador de Aero Mexico,a las 7 en punto.
Y diciendo esto, desapareció de mi vista sin dejar huellas.
Entré en mi Loft como pisando estrellas. No tenía ningunaduda de lo que iba a hacer.
Lo primero que hice fue llamar a Robert.
– Debes hacerte cargo del Estudio. Me tomo un año sabático,no puedo mas. Mañana parto para Mexico.
-Estas loca- dijo azorado mirándome en la pantalla del Skypecon expresión aterrada.- Morgana, cálmate, tómate un tiempo si quieres, pero loque me propones es extremo.¿En que andas?
– No tengo mas tiempo para explicarte nada, ni parasoluciones parciales, dime sí o no. Te lo reitero, mañana parto para Mexico.Entiendo que además de socios somos amigos, demuéstramelo-.
– Haré cualquier cosa por ti. Pero explícame más.
– No puedo Robert. Gracias-. Respiré hondo y corté lacomunicación sin darle mas opciones.
Junté unas pocas cosas en una mochila, dejé un sobre coninstrucciones, claves y llaves en la portería. Y a la madrugada siguiente dehaberlo conocido, me encontré con Sitael en el mostrador de la aerolíneamexicana, sin saber cuándo regresaría.
– Estos son nuestros asientos, 7A Y 7B – dijo Sitael-presenta tu pasaporte- Los Valientes tenemos una misión muy importante para ti,pero todavía no estás lista, deberás entrenarte, y mucho. Y serás probada –dijo sonriendo despreocupadamente. No alcancé a abrir la boca cuando meadvirtió. – Te transformarás en una Morgana misteriosa, ya lo verás.
-¿Es la Morgana que estaba tomando el Café cuando entraste?
– No, es otra, mucho, mucho más interesante- dijoatravesándome con una mirada celestial-. Ella es la Desconocida.